Acoger con amor misericordioso a los enfermos y a los que sufren mediante una atención integral. Al estilo de Jesús Buen Samaritano, María Santísima y San Francisco de Asís, respetando y defendiendo la vida, ayudando a transformar el dolor y la soledad como medio para encontrarse con Cristo.
0 comentarios:
Publicar un comentario